Los Sotos de Alfaro recibieron la declaración de Reserva Natural en la primavera de 2001 asegurando así la protección de sus valores tanto naturales como paisajísticos. El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) afecta a dos zonas bien diferenciadas: la Zona de Reserva Natural (476 ha) que incluyen las áreas que poseen un mayor valor ecológico y la Zona Periférica de Protección (457 ha) compuesto por una especie de “cinturón” alrededor de la reserva con el que se pretende mantener los usos tradicionales, agrarios y forestales de la zona y controlar otras actividades que puedan afectar al frágil ecosistema de la Reserva.
Bosque de Ribera
Las riberas del río Ebro a su paso por Alfaro es uno de los pocos lugares de La Rioja donde los bosques fluviales han conseguido mantener unas aceptables condiciones naturales después de las múltiples transformaciones llevadas a cabo por la acción del ser humano, y donde aún es posible disfrutar de un singular ecosistema de bosques y aves a orillas del río.
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SOTOS DEL EBRO
Las riberas del río Ebro a su paso por Alfaro es uno de los pocos lugares de La Rioja donde los bosques fluviales han conseguido mantener unas aceptables condiciones naturales después de las múltiples transformaciones llevadas a cabo por la acción del hombre, y donde aún es posible disfrutar de un singular ecosistema de bosques y aves a orillas del río.
Tiempo atrás, los bosques de ribera ocupaban las llanuras aluviales del Ebro, uno de los terrenos más fértiles de Europa. Pero los bosques fueron talados y aclarados, y sus ricos suelos pasaron a ser preciados terrenos agrícolas, se construyeron acequias, se crearon pozos de captación de agua, se canalizaron ríos y se crearon mazones de defensa. Estas modificaciones antrópicas sumadas a los diversos procesos naturales propios del río, son los que le otorgan el calificativo de “bosque cambiante”.
La silvestre ribera del Ebro se convirtió enseguida en un paisaje humanizado, aunque en algunos escasos lugares, como en Alfaro, estos valiosos ecosistemas lograron resistir la embestida de la acción humana convirtiéndose hoy en extraordinarios enclaves naturales donde aún es posible imaginarnos cómo eran la vida y el paisaje que se formaban en torno al río. Es por esto que los sotos alfareños poseen una gran importancia, no sólo por su carácter de reducto privilegiado para la vida silvestres sino por ser uno de los escasos lugares de La Rioja donde los bosques de ribera conservan un parecido con el pasado; motivos más que suficientes para que este pequeño oasis se haya convertido en el segundo espacio natural protegido de La Rioja, después del Parque Natural de Sierra Cebollera.
- Reserva Natural
Los Sotos de Alfaro recibieron la declaración de Reserva Natural en la primavera de 2001 asegurando así la protección de sus valores tanto naturales como paisajísticos. El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) afecta a dos zonas bien diferenciadas: la Zona de Reserva Natural (476 ha) que incluyen las áreas que poseen un mayor valor ecológico y la Zona Periférica de Protección (457 ha) compuesto por una especie de “cinturón” alrededor de la reserva con el que se pretende mantener los usos tradicionales, agrarios y forestales de la zona y controlar otras actividades que puedan afectar al frágil ecosistema de la Reserva.
- Frontera Ecológica
Los Sotos son en sí mismos un ecotono, una zona de transición entre dos ecosistemas diferentes o fronteras ecológicas, una zona con una mayor riqueza biológica donde el número de especies presentes es mayor que en zonas cercanas o adyacentes lo que le convierte en un lugar de reunión para los seres vivos.
- Flora
La vegetación en esta zona está compuesta principalmente por especies características de este hábitat como los sauces, chopos, álamos, olmos y fresnos, acompañados de otras especies de menor porte o que se localizan de manera más aislada como el sauco, nogal, higuera, laureles asilvestrados, majuelos y zarzas….
- Fauna
En lo referente a la fauna podemos encontrar diversas especies de peces, anfibios, reptiles o mamíferos (destacar la presencia de la escurridiza nutria o el recién introducido castor europeo). Pero es el grupo de las aves el más rico y variado, siendo este privilegiado lugar una de las zonas dónde más variedad de especies podemos encontrar en toda la región. Son más de 180 especies de aves las que se han citado en este enclave natural. Zona de residencia permanente para especies como la garza real, el rápido martín pescador o el discreto rascón; lugar de descanso y alimentación en su viaje migratorio para otras como el águila pescadora, la cigüeña negra o la siempre llamativa espátula; donde pasar el invierno como el zorzal alirrojo, el cormorán grande o la garceta grande o donde venir a reproducirse en época estival como el chorlitejo chico, el avión zapador o la garza imperial entre otras muchas.